VHS


Hoy es la primera tarde que tengo libre, libre se entiende por que sólo me dedico a estudiar, y no a estudiar y a hacer elputotrabajodeloscojonesquenoeselprácticumperohaceamagodequesí. Porque lo he entregado esta mañana, así que cuando he salido de la biblioteca a las 19.30, me ha apatecido muchísimo ver la película de La ventana indiscreta que sé que tengo en VHS en mi casa porque sé que cuando era una niñita rechoncha y gordinflona la vi tumbada en el sofá. Y también porque madre me comentó hace un año o dos que iba a alquilarla y le dije que la teníamos en casa, se la entregué y ahí acabó todo.

Hasta que madre pensó que los VHS ya no servían para nada. Y decidió guardarlos. (Aquí madre y yo tenemos términos diferentes, yo tengo mi habitación desordenada, pero sé dónde está todo, ella tiene la casa ordenada, pero no sabe dónde está nada).

Madre decidió que guardaría todo en el garaje, lo que tiene su lógica, así que yo sé que todas mis películas de Disney están el garaje porque cada vez que voy a por la bici las veo. Pero era mucho pedir poder encontrar La ventana indiscreta. He encontrado aparte de mis películas de infancia, toda la serie de Tintín en película de dibujos, películas francesas como Les visiteurs (¡¡¡qué gran, gran, gran película!!!) y dos películas que no recordaba que tenía Drácula de Coppola y Los pájaros. Anda, si has encontrado una de Hitchcock, pero es que yo no quería ésa. QUIERO LA PUTA VENTANA INDISCRETA. Sé de sobra que tengo la tozudez de una niña pequeña, pero es que quiero ver esa peli, no quiero ver los pájaros revoloteadores, y otro día bajaré al garaje a por Drácula, pero hoy, hoy, hoy quiero ver la del pobre hombre que se jode la pierna y se queda mirando por la ventana.

Pues en el garaje no está. Pues vaya.

Subo a casa y me pongo a buscar por los sitios donde estaban antes, obviamente, no encuentro nada más que vajilla y alcohol (para éso sirve irme de Erasmus, para no saber dónde están las cosas en mi casa). Así que bueno, olfateo en el hall, (olfateo literalmente, ya sabéis ese olor que tienen las VHS, he pensado que podrían llamarme) y bueno, llamarme sí, pero eran cintas que madre habia grabado allí por los tiempos de paleolítico con Subijana cocinando. Vale. Abro absolutamente todos los armarios de mi cuarto, que no son pocos, porque mi cama está rodeada de armarios, a los lados y encima, es uno de esos maravillosos muebles donde puedes meter de todo. (Salvo la peli que yo quiero ver, éso no va a estar ahí). Enfrente de esos armarios hay otros, el espejo de puertas correderas donde tampoco se encuentra la película y los tres de arriba, donde hay vinilos (tampoco sabía que éso estaba ahí) y sábanas, ropa, ropa, ropa, ropa, ropa, ropa y zapatos. (Podría vestir a todos los Von Trap con toda la ropa que hay EN MI CUARTO QUE NO ES MÍA).

Inspiro, respiro y cojo el puto móvil porque ya estoy de puta mala hostia.

Madre me indica los exactos mismos sitios donde yo he mirado (más el cuarto de mi abuelo donde yo he mirado por si acaso, pero obvitamente tampoco iba a estar ahí).

Madre me aconseja no ponerme histérica (cual quinceañera) que vuelve en diez minutos a casa. (Han pasado 16 desde la llamada, no sé cómo lo verá).

Si es que todo ésto tiene su lógica, yo lo sé, que no me tendría que cabrear y venir aquí a soltar el discurso. PERO ESTOY DE PUTOS EXÁMENES.

DE PUTOS EXÁMENES.

Y aquí la lógica me va a comer el coño, porque para una vez que tengo la tarde libre yo ansiaba ver esa película en LA TELE, que en el puto ordenador que me voy a quedar ciega de cojones.

Ya os haré saber si la encontré o la tuve que descargar como buena samaritana.

Puta mierda de tarde ostia….

Actualización (24h más tarde)

Terminé cediendo y viendo la película online (oh, oh, oh qué hermosa Grace Kelly). Esta mañana cuando dejé la bici en el garaje y con el poder de la llave que madre me había otorgado (llave para abrir la parte de atrás del garaje donde se guarda todo tipo de mierda) me adentro en aquel tuburio. Veo sillas, trozos de mesa, libros, libros, maletas vacías, sombreros, más libros, camping gas y oh, oh, oh ¡VHS! Así que las cojo y una a una empiezo a mirarlas. Veo grandes pelis como Jumanji (!!! toma, toma y toma infancia) y L’indien dans la ville (otra gran peli francesa), pero ni rastro de La ventana indiscreta. Ésto ya era por orgullo, por tener la película entre mis manos y decir ¡TE ENCONTRÉ! Y volver a depositarla, pero no, no y no. El karma ya me puede preparar un finde maravilloso. Y encuentro otra bolsa con VHS (sí, sí, tenía muchas cintas) y tampoco nada.

Éso sí las manos me han olido a polvo durante un buen rato, y me da la sensación de que el pelo también. Me he llevado Drácula de Coppola para casa y la he visto desde mi cama, en la mini tv que lleva en mi cuarto desde que volví de Erasmus pero que sólo utilizo para depositar mi maquillaje. Me he sentido guay (sí, sí, guay es la palabra) tumbada en mi cama viendo una película que por lo menos he visto cinco veces, pero de la que no recordaba absolutamente nada. Bendita memoria de niñez, la de alegrías que me va a dar.

4 pensamientos en “VHS

  1. lei dice:

    jajajjajajaja me ha encantado… tienes una forma de hablar entre chunga y culta que me encanta. como el perez reverte

  2. Synn dice:

    Bueno, ¿apareció?

  3. scry dice:

    haz el favor de no compararme a reverte….

  4. Víctor M. dice:

    Suele pasar que cuando buscas algo o quieres encontrarte con alguien… nada de nada, y cuando menos te lo esperas, entonces sí, entonces va y aparece la puta peliculita o te encuentras a esa persona hasta en la sopa. Es lo que yo llamo «contramagnetismo pasional». Bueno, vale, en realidad me lo acabo de inventar ahora, estoy de la puta olla, nada nuevo, ¿pero por qué coño siempre pasa lo mismo? ¿por qué? El caso es que hay que relajarse, el relax es la clave, tú con lo tuyo, que bastante tendrás, y yo con lo mío, que bastante tengo.

    Besos, y suerte con esos PUTOS EXÁMENES, jajaja, qué gran post, Scry.

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